Aunque la tasa de sudoración es la forma más básica
y precisa para vigilar sus necesidades
de hidratación, hay otros factores a considerar;
participar en actividades en la altitud
aumenta sus pérdidas de líquido y por lo tanto aumenta sus necesidades de
líquidos.
El exceso de calor aumenta la pérdida de
líquidos a través del sudor.
Durante el ejercicio moderado en un clima
fresco una persona promedio puede perder
hasta 1 taza o más por hora. La misma persona puede perder hasta cuatro
veces esa cantidad por hora en un clima cálido y húmedo.
Y el ejercicio
clima frío puede afectar a su capacidad de reconocer el agotamiento de líquidos
y aumentar la tasa de pérdida de fluido a través de la respiración.
Así
que no importa qué tipo de clima que se encuentre, una óptima hidratación es la
clave para la salud y de alto rendimiento.