No
hay dos personas iguales, por lo que el cálculo de su tasa de sudoración es la
forma más exacta de determinar sus necesidades de hidratación personal.
Pesarse
antes y después del ejercicio es la forma más efectiva de medir sus necesidades
de líquidos. Cualquier pérdida de peso se corresponde con la pérdida de
líquidos, así que trate de beber lo suficiente para llenar ese peso. (El
aumento de peso puede significar que usted está bebiendo más de lo necesario.)
Los
estudios han encontrado que una pérdida del 2% o más de uno de peso corporal debido
a la sudoración está vinculada a una caída en el volumen sanguíneo. Cuando
esto ocurre, el corazón trabaja más duro para mover la sangre a través del
torrente sanguíneo. Esto también puede causar calambres musculares, mareos
y fatiga y agotamiento, incluso calor o insolación. Para todos los atletas,
puede significar una importante caída en el rendimiento, y para el resto de
nosotros, lo convierte en un día muy incómodo.